Por: Amine Aguilar Salmerón
A lo largo de los años se ha incrementado las compras online y cada vez más empresas ofrecen sus productos o servicios, así como las preocupaciones de los usuarios online. La falta de privacidad, seguridad, confianza y riesgo percibido son las áreas principales para trabajar en las empresas.
Los comercios electrónicos, tienen un esquema diferente entre el vendedor y el consumidor ya que potencia la imagen de las marcas, así como el packaging y el envío del producto. Un punto que, tras los últimos años, los consumidores valoran más cuando están eligiendo en una página web. Así que, la primera impresión es lo que cuenta, las empresas buscan el objetivo de tener credibilidad y generar confianza al usuario/consumidor.
Dentro del marketing se ha desarrollado desde hace bastantes años el término de neuromarketing que se basa en un conjunto de técnicas apoyadas en estudios y pruebas científicas que miden el comportamiento objetivo de los compradores y nos permite elaborar estrategias basadas en estos resultados.
El cerebro asumió el centro del escenario en 2002 con los rimeros experimentos de neuromarketing. Estos estudios, que utilizaron herramientas como fMRI, pero también EEG (electroencefalografía, método para medir las ondas cerebrales) y biometría (herramientas como escáneres faciales y de huellas), examinaron la intersección del comportamiento del consumidor y la neurociencia para determinar como los consumidores pueden responder a un anuncio, marca o campaña.
El neuromarketing estudia el cerebro del consumidor, dentro de estos existen dos grandes mecanismos que nuestro cerebro usa para generar confianza. El primero es un mecanismo vinculado a la corteza cerebral que recuerda el análisis y permiten al ser human hacer suposiciones; comprender como reacciona y como se va a mover hace que nosotros sigamos el mismo comportamiento y el segundo mecanismo está vinculado a la parte emocional de nuestro cerebro. Confiamos en base a la empatía y cuando logramos comprender, nuestro cerebro libera oxitocina y absorbemos la información que la marca esta liberando.
Para confiar en una marca o empresa que no conocemos, el cerebro se adelanta y determina factores para saber si confiar o no, usando la intuición y una carga emocional.
¿Pero cómo podemos generar confianza en un mundo digital?
La confianza es la base de toda decisión de compra, incluso en los diferentes puntos de compra.
Para ganarse la confianza de los consumidores es primordial tener distintas opciones de pago para que ellos puedan escoger aquella que les da más confianza y se adecue a ellos. Se debe de ofrecer una experiencia de compra mas segura, variada y con garantías.
Todas las empresas deben de tener un sistema de seguridad y privacidad con los pagos online, deben siempre expresar su consentimiento a la hora de un trámite con sus datos personales y debe garantizarse que el almacenamiento de la información personal sea correcto y con altos grado de seguridad. La transparencia sobre el proceso de compra con el cliente es muy importante, se le debe de notificar cual es el paso siguiente y como se encuentra su transacción.
3 de cada 4 compradores online esta satisfecho con la experiencia siendo el precio, y lo recibido dentro de sus expectativas.
Referencias: